Mi nombre es Irene Ramos, nacida Barcelona en 1990. Desde temprana edad, fui una persona decidida, y esta determinación me ha conducido a convertirme en la profesional que soy hoy: una terapeuta natural, emprendedora y apasionada por mi trabajo, una vocación que abracé desde los cinco años.
El camino hacia mi actual posición no fue exento de desafíos.
Antes de poder costear mis estudios en quiromasaje y otras terapias que actualmente incorporo en mi práctica, cursé estudios en atención sociosanitaria.
Durante este tiempo, brindé asistencia a diversos segmentos de nuestra sociedad, lo que fortaleció mi convicción de que mi propósito en la vida era contribuir al bienestar de las personas. Así, se sentaron las bases de mi trayectoria.
Siempre he tenido una mente inquieta y esta me ha llevado a estar siempre en formación continua, empecé a estudiar quiromasaje con 20 años, y hasta ahora no he parado, pasando por masaje deportivo, drenaje linfático manual, reflexología, acupuntura seido, ventosas, moxa, osteopatía… Y de esa forma, teniendo más conocimiento sobre diferentes técnicas, nació lo que yo llamo de forma coloquial «terapia combinada», que no es más que juntar varias técnicas para hacer que el bienestar de las personas sea mayor.
Mi mente inquieta siempre me impulsó a la formación continua. Comencé mis estudios en quiromasaje a los 20 años y desde entonces, mi aprendizaje no ha cesado. He explorado diversas disciplinas, incluyendo masaje deportivo, drenaje linfático manual, reflexología, acupuntura seido, ventosas, moxibustión, osteopatía, y actualmente me encuentro inmersa en el estudio de la medicina tradicional china.
Esta diversidad de conocimientos ha dado lugar a lo que coloquialmente denomino «terapia combinada», una técnica que consiste en la sinergia de múltiples enfoques para maximizar el bienestar de mis clientes.